La honestidad constituye uno de los valores más importantes en la formación de la personalidad de cada uno de nuestros alumnos al ser la base de relaciones personales en las que la proyección hacia el otro implica un afecto personal desinteresado, y un respeto que se fortalece a través de las mismas interrelaciones.

Para desarrollar la honestidad en el alumno es preciso formar nociones, conocimientos, habilidades, emociones, vivencias, sentimientos, que los preparen para una conducta honesta, que es necesario aprender.

Los adolescentes tienen un gran abismo que cruzar entre la niñez y la edad adulta. Es común en un adolescente experimentar desafíos mientras lucha por la independencia de la edad adulta. La honestidad es a menudo un área donde un adolescente se tambalea, a veces por la presión social o por sus propias inseguridades. Con un montón de apoyo y orientación de los maestros, asesores y padres de familia, pueden ayudar a que nuestro pupilo pueda aprender a elegir la honestidad diariamente.

En el Instituto Alianza, este valor es fundamental en el trabajo diario que se tiene a través de la distancia, se fortalece desde el punto de vista de trabajo, qué es lo que quieren lograr con esta nueva modalidad; que no es fácil, pero se les hace ver que la deben de tomar como un área de oportunidad para reforzar todo lo que se ha aprendido a través del tiempo, desde casa y desde la institución.

Como se destaca, la honestidad es un valor o concepto general que engloba otros más específicos, como es el respetar a los demás, no apropiarse de lo ajeno, ser sincero en las relaciones, no mentir, decir siempre la verdad. Es una cualidad bastante abstracta de comprender más para un adolescente, y que solo mediante comportamientos particulares logra poco a poco consolidarse como un valor general.

"Hoy Mejor que Ayer; Mañana Mejor que Hoy"

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