Ante las circunstancias actuales debemos pensar espiritualmente, no nos referimos a practicar una religión en concreto. Religiones hay tantas cabezas y pensamientos en el mundo y cada uno es libre de elegir aquella que le dé sentido a su vida. De lo que se trata en el mundo actual y dadas las circunstancias es encontrar aquello que nos permita tomar consciencia del mundo, de lo que nos rodea, de nuestra espectativa y forma de vida. Somos seres para el mundo queviven, piensan y experiemntan cada uno desde su trinchera. 

En un país como el nuestro, inmerso en diferencias y desiguadades tomar consciencia del otro es imperante. No podemos vivir aislados y haciendo ojo de hormiga ante las necesidades de nuestros conciudadanos, o incluso de la familia. Porque solo pensando en el otro es como saldremos de todo este sueño. Si pienso en que el otro esta padeciendo lo que yo podría estar pasando será entonces cuando piense que la solidaridad  y la empatía pueden salvar el mundo. 

Sin embargo, esto no pasará hasta que no tengamos una relación espiritual con el mundo, y esto no significa otra cosa sino hacernos y ser conscientes de lo que nos rodea. Vivir viendo, sentir viendo el mundo y sus dolencias para prestar atención en el mundo.

M. Betancourt