Puebla vivió una noche de pura magia el pasado 1 de marzo, cuando Alejandro Fernández, El Potrillo, se presentó en el Auditorio GNP Seguros, inaugurando el mes con un espectáculo de primer nivel que no solo tocó el corazón de los poblanos, sino que reafirmó el lugar del cantante como uno de los artistas más grandes de México.

Tras la pérdida de su querido padre, Vicente Fernández, Alejandro asumió el reto de honrar su legado y, al mismo tiempo, seguir forjando el suyo. Con la gira “De Rey a Rey”, lo logra con creces, haciendo vibrar a miles de seguidores que lo aclamaron en cada nota.

El esperado llegó y Alejandro apareció en el escenario, vestido de charro, una imagen que recuerda la historia y tradición de su familia, y con una presencia única que jamás deja indiferente a su público. La noche comenzó con “Que Te Vaya Bien”, una canción que anunciaba lo que sería una velada llena de emociones, donde el tiempo parecía detenerse.

El concierto, diseñado en formato 360°, transformó la experiencia en algo excepcional. Desde cualquier punto del auditorio, los asistentes podían sentir la cercanía de El Potrillo, cuya conexión con el público no hacía sino intensificarse con cada canción. Las pantallas gigantes complementaban perfectamente la producción, permitiendo que todos pudieran ver y vivir el espectáculo de manera envolvente.

Como parte del homenaje a su padre, Alejandro no dejó de interpretar los temas más icónicos de Vicente Fernández, como “La Ley del Monte”, “Estos Celos”, “Lástima Que Seas Ajena” y, por supuesto, “El Rey”. En cada una de estas canciones, el público no escatimó en aplausos y gritos de emoción, y El Potrillo, visiblemente conmovido, dedicó un emotivo “¡Que se escuche hasta el cielo!” al recordar a su padre.

No faltaron las canciones que han acompañado la carrera de Alejandro a lo largo de los años y que lo han hecho merecedor del cariño del público. Con “No Se Olvidar”, “Te Olvidé”, “Canta Corazón” y “Me Equivoqué al Perderte”, la nostalgia y la energía de la noche alcanzaron su punto máximo, manteniendo al público en un estado de éxtasis.

A lo largo del concierto, Alejandro deslumbró con su versatilidad artística: dos cambios de vestuario, unos músicos excepcionales y una producción que alcanzó niveles de excelencia, todo complementado por la inigualable entrega de su público. Y cuando parecía que la noche había llegado a su fin, “El Potrillo” regresó para interpretar uno de los temas más emblemáticos de su carrera: “Como Quién Pierde Una Estrella”, haciendo que el Auditorio GNP Seguros estallara en aplausos y ovaciones. El nuevo rey de la música mexicana había conquistado nuevamente a su audiencia.

Con una carrera llena de éxitos y una evolución constante, Alejandro ha demostrado ser un artista versátil que navega desde el ranchero hasta el pop con la misma autenticidad. Colaboraciones con artistas como Christina Aguilera en “Hoy Tengo Ganas de Ti” o Grupo Firme en “Felicidades” solo dan cuenta de la diversidad y calidad de su música.

“De Rey a Rey” es sin duda un concierto que quedará en la memoria colectiva, y en cuanto la gira llegue a su ciudad, no hay duda de que la magia de Alejandro Fernández continuará dejando huella en todo el mundo, demostrando por qué sigue siendo uno de los máximos exponentes de la música mexicana.