La madrugada del 10 de mayo se convirtió en una noche imborrable para los asistentes al Palenque de la Feria de Puebla, cuando Lucero y Mijares ofrecieron un espectáculo con entradas agotadas que celebró sus trayectorias, su historia compartida y su inquebrantable conexión con el público mexicano.

El show, diseñado con una dinámica que alternó interpretaciones conjuntas e individuales, fue un viaje musical tan íntimo como imponente. Mijares revivió sus éxitos como “Soldado del Amor” y Lucero conquistó con un set con mariachi, donde revivió el popurrí que ha marcado más de 20 años de carrera. Temas como “Electricidad”, “Cuéntame” y “Bella” desataron una ola de emociones que recorrió de punta a punta el recinto.

El momento cumbre llegó con “El privilegio de amar”, interpretado a dueto por ambos artistas, que selló la velada entre ovaciones, suspiros y teléfonos en alto. Fue más que un concierto: fue un reencuentro emocional entre dos íconos y su público.

A pesar de lo íntimo y emocional del concierto, la producción no escatimó en calidad. Cambios de vestuario, luces cuidadosamente diseñadas y una entrega vocal impecable convirtieron el espectáculo en una experiencia redonda y memorable.

Lucero y Mijares no solo ofrecieron un show: regalaron a Puebla una noche de recuerdos vivos, de letras que siguen doliendo bonito y de una energía que solo dos artistas con alma de escenario pueden lograr.