Todos tenemos un familiar, amigo o vecino adulto mayor que, en algún momento, requiere de apoyo adicional. A veces, incluso hay que decidir si enviarlos a una residencia para adultos mayores es lo correcto. Pero es poco lo que sabemos de las condiciones en estos lugares pues a menudo, las personas institucionalizadas terminan siendo invisibles y vulnerables.

Las residencias para adultos mayores proveen un cuidado más intensivo, de modo que cabe prever que al menos algunos de quienes viven ahí son en alto grado dependientes. Esto significa que, tomadas como un todo, las poblaciones de esos hogares probablemente sean más dependientes que la población adulta mayor en general.

Entre las mayores ventajas de vivir en una residencia de ancianos destacaríamos:

1. Seguridad: la persona está en un entorno controlado y seguro en todos los niveles, lo   que da confianza a las familias y a la persona usuaria.?

2. Alimentación y dieta adaptada a sus necesidades: todos los menús que se elaboran diariamente en las cocinas, están totalmente planificados y adaptados con el aporte nutricional que cada residente necesita. Además se establecen unos horarios fijos en las comidas, para crear rutinas que son beneficiosas en los mayores.

3. Atención médica: cuentan con el personal médico adecuado para vigilar el estado de salud, controlar las patologías y establecer los planes de cuidados necesarios para cada uno de los residentes.

4. Atención multidisciplinar: todo el personal está plenamente cualificado para atender las necesidades de los mayores , velando por la salud y el cuidado de nuestros mayores: auxiliares, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales… prestan una atención especializada, personalizada y de calidad.

5. Cuidado e higiene personal: se establecen las medidas necesarias para que los mayores estén bien aseados y correctamente vestidos, algo que puede ser más complicado de conseguir si la persona mayor vive en su domicilio.

6. Atención farmacéutica y control de la medicación: toda la medicación que se administra a las personas mayores en las residencias, está controlada por los profesionales del centro, que llevan registros y siempre se administran bajo control médico.

7. Promoción del envejecimiento activo y saludable: las residencias cuentan con diferentes tipos de programas y actividades, encaminados a mantener y mejorar el estado físico de los residentes, promover la autonomía, trabajar las capacidades mentales y prevenir los estados demenciales, ¡y también para divertirse!

8. Fomento de la socialización y acompañamiento: en las residencias, los mayores no están solos. Conviven diariamente entre ellos, hablan, se cuentan su vida, comparten actividades y aficiones, hacen nuevas amistades. También reciben a sus familiares y amigos que van a verlos como si estuvieran en su propia casa.

Las ventajas de un hogar para adultos mayores son muchas, darles una mejor calidad de vida en donde esten bien cuidados y seguro de que nada les va a faltar. Divino Maestro estamos comprometidos a cuidarlos en un lugar donde reinan la comprensión y el cariño.